Redacción Informativa
Las pequeñas historias confluyen para armar las grandes hazañas. Sin ellas los heroísmos no tienen rostros, nombres, recuerdos. Hace 62 años en las arenas de Playa Girón se fundieron varios trazos de vida para contribuir a la epopeya mayor.
Lo hicieron también en los aeropuertos bombardeados, o en los caminos que las bombas borraron para los carboneros de la ciénaga.
Milicianos, pilotos de combate, campesinos,jóvenes. Cada uno de ellos dejó allí su pequeña parte de destino y su dosis de tristeza, dolor y vida.
Hazañas tas hazañas, muestras de entrega y fidelidad, fe en la victoria.
Durante la madrugada del lunes 17 de abril de 1961, se había mantenido la vigilancia en toda Cuba ante la tensa situación que se vivía durante los últimos días y el peligro de una agresión militar por parte de Estados Unidos, acrecentada por lo vivido el día anterior, cuando ante miles de milicianos con los fusiles en alto, el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz definió el carácter socialista de la Revolución.
Al amanecer de ese día, más de 1.500 hombres armados, junto a tanques de guerra, artillería de campaña y 30 aviones estadounidenses invadieron la Bahía de Cochinos en la Ciénaga de Zapata, al sur de la antigua provincia de Matanzas, hecho que constituyó la prueba de fuego de la naciente Revolución socialista cubana.
El propósito fue ocupar una cabeza de playa donde establecer un gobierno provisional que solicitaría inmediatamente el reconocimiento y la intervención de Estados Unidos y la Organización de Estados Americanos.
Bajo el grito de ¡Patria o Muerte, Venceremos! del reducido número de milicianos que montaba guardia ese día en la costa de Playa Girón, y acompañado de los disparos de sus fusiles contra los mercenarios que invadían el territorio nacional, se simbolizó el sentimiento y la voluntad del pueblo cubano de hacer realidad el mandato de Antonio Maceo en 1884 cuando expresó: “Quien intente apoderarse de Cuba recogerá el polvo de su suelo anegado en sangre, si no perece en la contienda”.
Aquel gesto de valentía y de conciencia revolucionaria fue el comienzo de una epopeya gloriosa de la historia de Cuba y de América Latina, que terminaría en la primera gran derrota militar del imperialismo norteamericano en el continente.