El Gallo de Morón, símbolo emblemático de la ciudad homónima en la provincia de Ciego de Ávila, tiene sus raíces en una leyenda española del siglo XVI. Originaria de Morón de la Frontera, en Sevilla, la historia cuenta que un arrogante recaudador de impuestos fue despojado de sus ropas y humillado por los pobladores, dando origen al dicho popular: “Te quedaste como el Gallo de Morón, sin plumas y cacareando”. Esta expresión cruzó el Atlántico junto con los colonos españoles y se arraigó en la cultura cubana.

En la ciudad cubana de Morón, esta leyenda adquirió un nuevo significado. Durante la década de 1950 se erigió una primera estatua del gallo como símbolo de identidad local, aunque fue retirada tras el triunfo de la Revolución.

No obstante, el pueblo insistió en recuperar su símbolo, y el 2 de mayo de 1982 se inauguró una nueva escultura de bronce, obra de la reconocida artista Rita Longa y el escultor Armando Alonso.

Esta versión, de tres metros de altura y tres toneladas de peso, se ubica en la entrada de la ciudad y representa un gallo altivo, listo para el combate, acompañado por una torre-reloj y altavoces que reproducen su canto.

Hoy en día, el Gallo de Morón no solo es un atractivo turístico, sino también un símbolo de orgullo, resistencia y pertenencia para los habitantes de la región. Su imagen aparece en eventos culturales, festividades populares y actividades deportivas, reforzando el sentido de unidad entre los moronenses.

Más allá de su origen legendario, el gallo representa el carácter luchador del pueblo cubano, que ha sabido mantenerse firme ante las adversidades.

/Redacción Informativa/

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