Julio se recibe con fiesta cultural, porque el primero de este mes, se celebra el Día del Historiador, en honor al doctor Emilio Roig de Leuchsenring, quien en 1935 recibe la condición de Historiador de La Habana, y a quién Fidel denominó como Historiador de la Revolución.
Al recibir esta fecha es preciso meditar en el verdadero sentido de un historiador, persona dedicada al estudio e investigación del pasado en todas sus vertientes. Gracias al trabajo de los historiadores, podemos interpretar los acontecimientos históricos y su verdadero impacto en el presente.
Cuenta Ciego de Ávila con el privilegio de atesorar una historia conmovedora, recogida por valiosas figuras que no han dejado desvanecer ningún acontecimiento, mediante apuntes rigurosos de relatos de los hechos más trascendentes, recogidos en libros, documentos archivados en museos y bibliotecas.
En dinámico intercambio con Héctor Izquierdo Acuña, apasionado a la historia, manifiesta cómo fueron sus primeros pasos en este frente, quién considera que el cumplimiento de una misión en Angola, influenció en su pasión por la investigación.
A partir de ese momento, se enfrascó en investigaciones, fundamentalmente sobre el período colonial, y menciona algunas de sus obras, como “La Guerra de los Diez Años en Ciego de Ávila”; “Historia Colonial del municipio de Bolivia” y numerosas publicaciones de contenido histórico en periódicos y revistas.
Responde que tiene la categoría de Investigador Agregado en el Centro Juan Marinello, diplomado de Antropología Socio cultural y como reconocimientos que considera muy especiales la distinción Joya de la Cultura Avileña, premios nacionales, distinción Por la Cultura Cubana, y premios anuales de Investigación Cultural Juan Marinello.
No es Izquierdo el único ejemplo, pues cuenta Morón con una cronológica historia reflejada en Medio Milenio por Morón y El Jefe del Pelotón Suicida, que llevan el crédito de Larry Morales Rodríguez, merecedor de múltiples reconocimientos nacionales y extranjeros que acreditan su aval como verdadero historiador.
Qué interesante entonces la intervención de aquella niña llamada Ileana Bárbara Gómez, de la escuela primaria Ricardo Companioni, de Morón, en la Asamblea Pioneril, cuando hizo un llamado a realizar visitas a sitios históricos, museos y otras instituciones, como medio de conocer a fondo los hechos y entender mejor la Historia de Cuba, y que su vocación era ser historiadora.
Al celebrarse su día llegue a cada historiador avileño ese merecido reconocimiento por sus compilaciones que hacen llegar a nuestros días, aquel pasado con todos sus detalles.
/Autor: Leonel Iparraguirre González/