Como una de las artistas más genuinas y comprometidas de nuestra música popular, indiscutible símbolo de talento y autenticidad, calificó el Instituto Cubano de la Música a Juana Tomasita Quiala Rojas, al conocerse su fallecimiento, a los 64 años de edad, en la tarde de este jueves.
Esa «cubana de pura cepa», como la calificara el Primer Secretario del Partido y Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, en su cuenta de la red social x, estremecía al público con sus décimas y su profundo amor a la Patria.
¿Qué cubano no escuchó alguna vez sus versos, frutos de una capacidad sin límites para improvisar? Natural de Banes, en la oriental provincia de Holguín, la «cieguita maravillosa» –como la bautizaron sus colegas– vino al mundo con el don del repentismo. En 1986 inició su carrera profesional, vinculada a la actual empresa comercializadora de la música y los espectáculos musicales Antonio María Romeu, de la capital.
La Reina del Repentismo había surgido del movimiento de artistas aficionados, y supo volcar su talento también en la producción literaria, a través de cuentos, canciones y poemas.
Ella era todo un fenómeno: sus décimas triunfaron alrededor del mundo, y se ganó, con ellas, el favor del público en escenarios tan diversos como los de España, Portugal, México y Argentina.
Abanderada de la presencia femenina en las peñas y guateques de Cuba entera, recibió, entre múltiples condecoraciones, el Premio Nacional de Cultura Comunitaria; la Distinción por la Cultura Nacional; y el Premio Iberoamericano Indio Naborí, del Centro Iberoamericano de la Décima y el Verso Improvisado.
Sobre su condición de invidente, dijo que le dolía «tener que imaginarse los colores, los días claros y nublados», pero creía que debido a eso supo amar con más sinceridad, pues veía «con los ojos del alma».
Patriota, martiana y revolucionaria, se consideraba, a sí misma, una mujer común, «que ha sabido luchar y defender lo que quiere con tesón».
Su arte permanecerá entre nosotros, para recordar a la que fue una mujer tenaz y valiente, reverenciada y querida por el público.
/Fuente: Granma/