Como espacio para analizar dificultades concretas, socializar mejores prácticas y trazar estrategias hacia la soberanía alimentaria, ha calificado Félix Duarte Ortega, presidente de la Asociación Nacional de Agricultores Pequeños, el XIIl Congreso de la ANAP.

Si algo tiene bien claro el movimiento campesino y cooperativo es su alta responsabilidad y compromiso con la importantísima e impostergable misión de aportar más comida para el pueblo, máxime cuando en los últimos tiempos al Estado le ha sido muy difícil garantizar mes por mes la canasta familiar normada, y por otra parte los precios de no pocos renglones básicos siguen altos y hasta especulativos y abusivos.

Por ello el dirigente anapista señala como retos de inmediato: aumentar los niveles de producción pese a las limitaciones actuales; mejorar los rendimientos agrícolas (actualmente bajos por falta de insumos); responder a la creciente demanda poblacional; y compartir experiencias exitosas entre productores.

El campesinado cubano, con su sabiduría y entrega, está llamado a ser protagonista fundamental en la solución del desafío alimentario que hoy enfrenta nuestra nación, pero en aras de que pueda cumplir tal encargo social se necesita destrabar procesos como las contrataciones, mejorar la atención a las familias y a las comunidades rurales y en especial a las mujeres y jóvenes en esas zonas, donde urge detener el éxodo hacia la ciudad y a otras ramas o sectores.

(Cubahora)

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