El colectivo de la empresa símbolo de la agricultura va recuperando el liderazgo. Su mejor homenaje al Primero de Mayo es la batalla en la alimentación del pueblo. Conquistó la condición de Destacado en la primera etapa de la emulación por el 26 de Julio.

Parecía como si a la Empresa Agropecuaria La Cuba le fuera imposible levantarse y andar después de aquel resbalón —no precisamente con la cáscara de sus deliciosos platanitos—, cuando le arrebataron la fertilidad (rentabilidad) de su economía perseverante y triunfante durante más de medio siglo.

Aunque el traspié forma parte de la historia de una etapa infértil ajena a la voluntad de los bananeros, vale rememorar su impacto negativo para contrastar lo que se ha vivido en sus suelos rojos, casi en tiempo récord, con vistas a recuperar el liderazgo del colectivo para nada amilanado por huracanes, bloqueo, contingencias, crisis, pandemias, administraciones cambiantes y estrategias frustradas.

Mucho sí se habla de que, La Cuba necesita volver a consagrarse en la entrega de alimentos para todo el país, reclamo respaldado por la proeza laboral de los últimos meses, tras el cambio de la dirección administrativa, acciones organizativas potenciadas en la entidad, y el apoyo de las autoridades de la provincia y del Ministerio de la Agricultura.

Antes de la COVID-19 y el ordenamiento monetario del país, del polo productivo del municipio de Baraguá partían miles de toneladas de unos 20 productos agrícolas hacia todas las provincias y más de 250 instalaciones turísticas.

Uno de los líderes allí, Lázaro Morales Zamora, cuenta sobre reveses y cambios sustanciales: “La fuerza de trabajo emigraba hacia bases productivas privadas y, comenzó a cambiar el panorama cuando iniciamos un proceso de atención integral al personal; era impostergable recuperar valiosos recursos humanos vinculados directamente a los surcos.

“Priorizamos las reparaciones de viviendas, las ventas de alimentos a menores precios y los sistemas de pago que propiciaron el crecimiento del salario promedio mensual, de 4500.00 pesos a 13 700.00, cuantías superiores a estas devengan integrantes de los colectivos laborales agropecuarios, por ser un modelo de gestión devenido parte de la solución al problema agroalimentario”.

Una costumbre también volvió a retoñar. “A Ariel, el jefe nuestro, no le gustan los consejillos en la oficina, los hacemos en los campos de la zona de Tres Marías, en el sistema de riego por goteo Número Uno y otros frentes de la batalla diaria”, opinó Yunior Mompié de la Cruz, director de la Unidad Empresarial de Base de Cultivos Varios, la mayor de todas en La Cuba.

(Autor: José Luís Martínez Alejo)

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