Cup of Black Tea Served with Biscuits

Después del agua el té es la bebida más consumida en el mundo, por encima de la Coca-Cola, el café, y una lista inmensa de líquidos famosos. Así lo sostienen algunos centros de datos que estudian la estadística global como el alemán Statista.

Y no es de extrañar, el té es muy antiguo. Es una práctica milenaria en Asia, con fuerte tradición en China, donde se estima que surgió hace aproximadamente cinco mil años y luego se extendió a la región y lentamente a los demás continentes, donde ganó en popularidad y sofisticación, hasta el día de hoy.

Como casi todos los descubrimientos, se cree que llegó por casualidad y curiosidad, cuando el emperador Shen-Nung se sentó bajo la sombra de un árbol del cual cayeron hojas en el agua caliente que tenía allí. Leyenda o no, tiene sentido, y quizás ese arbusto fuera el propio Camellia Sinensis, el llamado té originario, del que provienen los más conocidos como el verde y el negro, entre otros, que recibirán su nombre gracias al proceso y nivel de oxidación.

Las infusiones son una bebida anterior a la era cristiana, es deliciosa tanto si logramos acompañarla o la bebemos sola. Y muchas son las formas de preparación: con leche, sin azúcar, siendo un mejunje de hierbas, incluso de sabor salado y hasta con hielo para resistir un verano ardiente. Todo dependerá de la región porque cada una adaptó la tradición a su contexto.

Dicen que en Inglaterra el té suele servirse con sándwiches y pasteles, en Rusia con mermelada o limón, en el Tíbet con mantequilla y sal; mientras en China con dumplings, rollitos de primavera, frutos y semillas deshidratadas o galletas de ajonjolí; y en Japón con dulces tradicionales hechos con frijol rojo, arroz glutinoso, también con pasteles y galletas de arroz.

El acompañamiento dependerá del gusto o el propósito, a veces será para equilibrar sabores, crear contraste entre lo dulce y lo amargo, pero las infusiones, sean de lo que sean, sirven también para calentarnos en el invierno o refrescarnos del intenso calor si lo hacemos helado. Se acomoda a cualquier ocasión porque cada una tiene su propio sabor y beneficio. Es una bebida muy apreciada, que une culturas y personas.

(Tomado de CubaSí)

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *