No pudo ser mejor el momento, y mucho menos el lugar, pero el abanderamiento de los Tigres a la 61 Liga Élite de Béisbol y de la delegación avileña a la VI Conferencia Nacional de Combatientes, tuvo por escenario el Conjunto monumental de Lázaro López.
Fue allí donde el 30 de septiembre de 1895, se constituyó el Ejército Invasor bajo las órdenes de los mayores generales Máximo Gómez y Antonio Maceo. El lugar, por demás, es un símbolo de la unión de las fuerzas de todos los cubanos.
Por eso, el compromiso y la entrega de los que recibieron el estandarte fueron contundentes. Esto no lo comprenderán los que no sienten y mucho menos los que no aman. No podrán, ni hoy ni mañana, hablar de sueños y realidades que solo se hacen verdad cuando se lucha.
Constituyó un momento, por demás, que no olvidarán los atletas y combatientes, quienes de manos de Julio Heriberto Gómez Casanova, primer secretario del Comité Provincial del Partido, recibieron la bandera que los acompañará en sus respectivas encomiendas de los próximos días.
Y luego del acto, cuando se dieron a conocer las entidades que apadrinarán a cada uno de los integrantes de los Tigres, el máximo dirigente político del territorio, les habló a los presentes y en sus palabras recordó, no solo los problemas que ahora enfrenta la provincia, sino que enfatizó en todo lo que se hace para revertir tal situación.
Fue una jornada para no olvidar, pero algo quedó en el ambiente. El pueblo avileño, al igual que sus Tigres, saldrán adelante.
(Autor: Mario Martín Martín)