El gobierno de Cuba reafirmó su política de “tolerancia cero” hacia las drogas, en un contexto en el que enfrenta desafíos complejos derivados del tráfico internacional y la aparición de sustancias más potentes. Oscar Silvera, ministro de Justicia y presidente de la Comisión Nacional de Drogas, sostuvo que, aunque la presencia y el consumo en la isla son “limitados, aunque existentes”, la situación global exige una respuesta fortalecida.
Silvera explicó que la nación encara hoy mayores retos debido “a la presencia internacional de sustancias narcóticas más diversas y potentes”. Enfatizó el enfoque preventivo y comunitario de la estrategia nacional, señalando que “la Comisión Nacional de Drogas une todos los esfuerzos de la comunidad, las instituciones gubernamentales, las organizaciones de masa y la familia para crear consciencia y rechazo”. Reafirmó la premisa oficial de que “contra las drogas se gana”.
Desde el punto de vista del enfrentamiento al narcotráfico, el coronel Juan Carlos Poey, jefe del Órgano Especializado Antidrogas del Ministerio del Interior (Minint), precisó que Cuba, pese a no ser un país almacén, productor o de tránsito habitual, sufre continuos intentos de introducción ilícita, mayoritariamente por vía marítima. Identificó a Estados Unidos como el mayor emisor, especialmente de cannabinoides sintéticos.
/Tomado de Cubadebate/
