En el entramado social de la provincia de Ciego de Ávila, el Sistema de Atención a la Familia (SAF) opera como un mecanismo crucial para paliar las necesidades de alimentación de “adultos mayores, personas con discapacidad, personas vulnerables, o sea, casos críticos e insolventes”.
Con 1068 comensales, de los cuales un 58 por ciento son adultos mayores entre 61 y 83 años, el SAF se erige como una protección esencial contra la vulnerabilidad social, garantizando una alimentación subsidiada a quienes carecen de sustento o apoyo familiar.
La operatividad del SAF recae en el Grupo Empresarial de Comercio, que dispone de 58 unidades gastronómicas distribuidas en la provincia para este fin. Pedro González Alfonso, director provincial de Gastronomía del grupo, desglosó las vías de abastecimiento: las asignaciones del Ministerio de Economía y Planificación (arroz, granos, sal, algo de aceite), lo proporcionado por Acopio (viandas y hortalizas) y, la más utilizada en el escenario actual, la autogestión.
A pesar de las dificultades, González Alfonso aseguró que el sistema “está saliendo bastante bien”, sujeto a un escrutinio constante desde los consejos populares hasta el Gobierno provincial.
Reconoce que “hay algunos lugares donde hay que corregir”, pero subraya el esfuerzo colectivo por garantizar que esta alternativa de alimentación no le falle a quienes, en la última etapa de sus vidas o en una situación de extrema fragilidad, no tienen otra opción.
/Redacción de Invasor/
