Un expediente en fase preparatoria 862/2025, del Órgano de Investigación Criminal de Villa Clara, procesa el delito de tráfico de divisas que abarca tres provincias: Villa Clara, Sancti Spíritus y Las Tunas.
El esquema funcionaba así: dos financistas en Estados Unidos y España captaban remesas de cubanos en esos países y, con el dinero de estas, financiaban las importaciones de actores no estatales.
Estos pagaban en Cuba, tanto en moneda nacional como en dólares a un organizador y sus mensajeros; y ese dinero se empleaba para llevar las remesas a los familiares destinatarios en las tres provincias antes mencionadas.
La lógica económica del sistema favorecía principalmente a quienes operaban desde el exterior, que no solo obtenían un margen de ganancias a partir de las remesas, sino también entre un seis y un ocho por ciento de comisión por las importaciones de los actores no estatales, precisó el teniente coronel Yisnel Rivero Crespo, jefe del Departamento de Delitos Económicos del Órgano de Instrucción del Ministerio del Interior.
Según las investigaciones, el organizador de Villa Clara realizaba estas actividades desde el año 2023, y manejaba un flujo de entre 20 y 30 millones de pesos semanales, a partir de una operativa que contaba con dos días de distribución fijos: viernes y lunes; y dos receptores mayoristas en Sancti Spíritus y Las Tunas.
En Pinar del Río y La Habana, las autoridades del Ministerio del Interior investigan los expedientes de fase preparatoria 1021/2025 y 1344/2025 respectivamente.
Este modelo delictivo se basa en la compra y venta de grandes cantidades de divisas que circulan dentro del país. Aquí se empleaba un circuito interno diseñado para inflar precios y obtener retornos rápidos.
/Tomado de Cubadebate/
