El té y el café son dos infusiones muy comunes y gustadas tanto en Cuba como en el mundo. Si bien su consumo responde a tradiciones o patrones culturales, lo cierto es que ambas pueden ser utilizadas con fines medicinales. En particular, tanto el té como el café resultan útiles para combatir un mismo trastorno, la astenia.
Este síntoma, que puede ser común a varias enfermedades, se caracteriza por una sensación generalizada de cansancio, fatiga, debilidad física y psíquica. Se dice que la astenia tiene una mayor incidencia en mujeres, así como en edades entre los veinte y los cincuenta años. Puede guardar relación con el estrés y la depresión y, cuando se prolonga, puede derivar en el diagnóstico del Síndrome de Fatiga Crónica.
Así entonces, la Camelia sinensis o árbol del té y la Coffea arabica o cafeto, especies de las que se emplean la semilla y las hojas, respectivamente, han demostrado desde la tradición y la ciencia ser útiles como estimulantes. Existen otras plantas en nuestro medio que también se recomiendan para combatir la astenia. Entre ellas están Beta vulgaris (remolacha), Cucurbita moschata (calabaza), Musa x paradisiaca (plátano) y Theobroma cacao (cacao), pero de estas ya comentamos anteriormente en esta columna.
Especies como Paullinia cupana (guaraná) o Ilex paraguariensis (mate) son muy utilizadas en todo el mundo como opción contra la astenia. En general, estas últimas son psicoestimulantes muy consumidos, al igual que el té y el café. Tienen dichas plantas la propiedad de reducir la sensación de fatiga, mejorar la capacidad de concentración y se plantea que producen poca adicción. Todas ellas contienen xantinas metiladas entre sus componentes, principalmente cafeína, y en menor porcentaje teobromina y teofilina.
Se sabe que los efectos estimulantes de las metilxantinas se observan tanto en el sistema nervioso como en la respiración y a nivel de los músculos esqueléticos y cardiaco. Estas también aumentan el metabolismo basal, tienen un efecto diurético y provocan broncodilatación, por lo que por esta última acción farmacológica pueden ser de utilidad en pacientes asmáticos.
Sin embargo, de forma general se plantea que las plantas que contienen cafeína se utilizan en casos de astenia. Pueden emplearse también como coadyuvantes en dietas de adelgazamiento y, de forma particular, la cafeína resulta de utilidad en el tratamiento de la migraña. Por su efecto dopaminérgico, algunos estudios asocian el consumo de café con una menor incidencia de cáncer.
Hay que tener en cuenta que las plantas con cafeína pueden presentar algunas interacciones con medicamentos, por lo que se debe limitar su ingestión a pequeñas cantidades diarias. Se plantea que estas especies pueden potenciar la acción terapéutica y tóxica de medicamentos digitálicos como la digoxina, al provocar hipopotasemia por incremento de la diuresis. También pueden disminuir los efectos relajantes de las benzodiazepinas como el diazepam, incrementar la actividad y los efectos secundarios de la teofilina o reducir la actividad hipotensora de betabloqueadores como el propranolol y el metropolol, entre otros.
Sin embargo, a las dosis habituales estas plantas no suelen presentar reacciones adversas y, si se producen, son generalmente leves y transitorias. En el caso de abuso frecuente pueden aparecer trastornos digestivos como náuseas y vómitos, epigastralgia, úlcera péptica o gastritis; al igual que alteraciones neurológicas y psicológicas, entre ellas nerviosismo, hiperexcitabilidad e insomnio. En casos más graves aparecen otros síntomas como cefaleas, palpitaciones, taquicardia y temblores.
Es por ello que se debe limitar su uso en personas con gastritis o úlceras, en caso de insomnio y ansiedad, en hipertiroideos y en pacientes con afecciones cardiacas graves, tales como insuficiencia cardiaca severa o arritmias. Tampoco es recomendable su consumo habitual en menores de 12 años. Aunque los datos no son suficientes, algunas referencias plantean que parece ser segura la ingesta de hasta 300 miligramos de cafeína al día por las mujeres embarazadas o que se encuentran lactando.
/Autor: Johann Perdomo Delgado/
