Cuba enfrenta una situación epidemiológica compleja caracterizada por una epidemia concurrente de dengue y chikungunya. La doctora Carilda Peña García, viceministra de Salud Pública, informó que todas las provincias se mantienen en el corredor endémico de epidemia.
Agregó que al cierre de la semana 46 se registró un incremento del 2,5 % en las atenciones por fiebre respecto a la semana anterior. Las provincias con las tasas de incidencia más elevadas de casos sospechosos de dengue son Villa Clara, La Habana, Sancti Spíritus, Las Tunas y Artemisa, aunque existe transmisión demostrada de la enfermedad en 49 áreas de Salud de 41 municipios, en 13 provincias.
La Viceministra recalcó que el chikungunya ya está presente en prácticamente todos los municipios, aunque con intensidad variable. Los territorios con mayor riesgo epidemiológico, debido a la circulación simultánea de ambas arbovirosis, son La Habana, Matanzas, Cienfuegos y Guantánamo.
La autoridad sanitaria enfatizó en que la causa fundamental de la situación actual son los «muy elevados» índices de infestación por el mosquito Aedes aegypti. Los territorios con mayores índices son Pinar del Río, Sancti Spíritus, Camagüey, Santiago de Cuba, La Habana y Villa Clara.
Como pilar de la respuesta, explicó Peña García, se está desarrollando un tratamiento adulticida intensivo (fumigación) en todo el territorio nacional. Detalló que, si bien el objetivo es cubrir el 100 % de las áreas urbanas en tres semanas, durante la última semana solo las provincias de Mayabeque, La Habana, Cienfuegos, Ciego de Ávila y Santiago de Cuba cumplieron su plan por encima del 95 %.
Sobre la fumigación, aclaró que en época de epidemia –como es el caso– permitir el acceso del personal de control de vectores a las viviendas para realizar el tratamiento adulticida es obligatorio, y negarse implica incurrir en el delito de propagación de epidemia. Agregó que, luego de este procedimiento, la vivienda debe permanecer cerrada durante 45 minutos, para garantizar su efectividad.
Hizo un llamado a concentrar los esfuerzos en la causa del problema: el mosquito, e insistió en la participación comunitaria para eliminar criaderos, cepillar los tanques de agua, no botar el abate y permitir la fumigación. De igual forma, ratificó que la población puede dirigir sus inquietudes o denuncias al Departamento de Control de Vectores de su policlínico o al Departamento de Higiene y Epidemiología de su municipio.
/Tomado de Granma/
