Hasta el 24 de septiembre la provincia de Ciego de Ávila exhibía apenas el 29, 5 por ciento de caña sembrado, de las 6504, 2 hectáreas (ha) que se había propuesto hasta esa fecha¡, según precisiones de Raidel López Santana, director de Coordinación y Supervisión del Grupo Azucarero Azcuba en el territorio.
El déficit de semilla en los meses de junio, julio y agosto; provocado por las escasas precipitaciones y el insuficiente empleo de los sistemas de riego que dependen de la generación estable de electricidad, acentuaron los atrasos en el cumplimiento del plan.
Pero a tales inconvenientes de marca mayor, se unen comportamientos que no se circunscriben a las realidades de 2025. Téngase en cuenta que los productores individuales, cooperativas y entidades estatales han visto desestimadas sus producciones en la medida en que las zafras, con moliendas irrisorias en el último lustro, no estimularon el crecimiento cañero.
La exigencia de la diversificación en función de ampliar el peso de la producción de alimentos en el entorno de las empresas agroindustriales azucareras, también repercutió en el desinterés y la apatía de quienes han sufrido pérdidas millonarias al no poder tributar la gramínea a los ingenios en el momento idóneo.
Un caso ilustrativo es el de la Empresa Agroindustrial Azucarera Ciro Redondo. En la pasada zafra, “el llamado Coloso del Centro, alcanzó algo más del 50 por ciento del programa de azúcar crudo, la cifra más alta a nivel nacional.
Pudiera haber tenido un mejor desempeño si no hubiese incidido la calidad de la materia prima, pues más del 70 por ciento de la composición de la molida correspondió a caña proveniente de pasadas cosechas”, afirman los autores de Centrales no muelen esfuerzos, ¡muelen caña!, reportaje publicado por el periódico Trabajadores el 14 de septiembre pasado.
Cañas quedadas de una a otra temporada, a más de la consiguiente demolición de áreas, forman parte de un panorama que los más emprendedores han suplido con el fomento de granos, viandas y ganado.
En realidad, y como lo ha destacado el seminario de prensa Invasor, se paga mucho más por las entregas de alimentos esenciales como el boniato, el plátano, la malanga y el arroz, que el precio establecido para la caña de azúcar.
Un criterio contundente, el de José Carlos Santos Ferrer, vicepresidente primero del grupo azucarero Azcuba, desnuda la inercia de un primer semestre con bajísimos resultados, toda vez que “no se ha preparado la tierra, no se sembró caña tampoco, y el plan era bajito. Es verdad que ha faltado petróleo en los últimos meses, pero no fue así en los primeros cuatro o cinco meses del año”.
/Autor: Filibeto Pérez Carvajal/Redacción Informativa R.M/