Clara evidencia del panorama económico y social que hoy impide mayores y mejores dividendos se aprecian en la central provincia de Ciego de Ávila, una de las más agraciadas del territorio nacional, si de tierras fértiles se trata, para multiplicar las cosechas en los surcos.
Sin embargo, los planes de producción, concebidos en los 10 municipios avileños, distan de las reales potencialidades del territorio, decisivo en Cuba a la hora de concretar con hechos el propósito de disminuir el trecho distante entre las demandas del pueblo y las producciones.
No se trata de no se avance en la búsqueda de la eficiencia económico-productiva, pero el método de elaboración de los planes que anteceden a las campañas agropecuarias —como ocurre ahora que inició la de frío—, se erige en obstáculo salvable, apenas con eliminar el burocrático proceder de concebir esos planes desde el interior de las oficinas de gobierno.
Sobran los ejemplos de tal proceder, como lo demostró en días recientes, una amplia comitiva que encabezó Jorge Luis Tapia Fonseca, vice primer ministro de la República.
/Autor: Filiberto Pérez Carvajal-Redacción Informativa/