Nuevamente el pueblo del Cruce de los Baños, en el corazón de la Sierra Maestra, peregrinó hasta la cima de la loma La Esperanza con la convicción de que «aquí no se rinde nadie», demostrando su estirpe revolucionaria, a fin de homenajear al Comandante de la Revolución Juan Almeida Bosque. 

Entre las melodías de las composiciones del también Héroe de la República, estudiantes de la Escuela Militar Camilo Cienfuegos, de Contramaestre, colocaron ante su tumba cuatro ofrendas florales: la enviada por su jefe y entrañable amigo, el Líder de la Revolución General de Ejército Raúl Castro Ruz; del Primer Secretario del Comité Central del Partido y Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez; del Presidente de la Asamblea Nacional y del Consejo de Estado, Esteban Lazo Hernández; y la que se deposita en nombre del pueblo de Cuba, al que Almeida consagró su vida.

«Su legado no se limita a las victorias en el campo de batalla… Nos enseñó que la lucha por la justicia es un camino difícil», dijo ante la muchedumbre la joven Gladisleidis Mendoza Rodríguez, quien ratificó el compromiso de continuar el legado de Almeida Bosque, «ejemplo para todos los cubanos».

El acto y ceremonia militar estuvo encabezado por el miembro del Comité Central del Partido y Jefe del Ejército Oriental, General de División Eugenio Rabilero Aguilera, y autoridades políticas y gubernamentales de la provincia indómita y del municipio de Tercer Frente.

/Tomado de Granma/

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