El mes de julio solo tuvo la formación de Chantal, otra tormenta tropical que tampoco llegó a ser huracán. Chantal ha sido el ciclón tropical más intenso y de mayor duración de la temporada, una sentencia que por sí sola pareciera que hablamos de un ciclón tropical para recordar, nada más alejado de la realidad.

Gracias a Chantal la Energía Ciclónica Acumulada sobrepasó el valor de 1 unidad de ACE, una métrica muy utilizada hoy en día para analizar el comportamiento de la temporada.

Este sistema llevó los números de 0.6 hasta 1.4 unidades de ACE, ya que sus vientos alcanzaron los 95 kilómetros por hora y tuvo una vida de 66 horas. Recuerde que el ACE se calcula sumando el valor del viento máximo en nudos elevado al cuadrado, por lo que aquellas horas iniciales y finales en que solo era una depresión tropical no aportan al valor total.

Barry duplicó la ACE generada por Andrea, la que a su vez fue duplicada por Chantal, el único que ha superado la barrera de los 80 kilómetros por hora en sus vientos máximos y casi coqueteó con el límite de los 100 kilómetros por hora.

Una temporada normal se considera en el rango entre 73 y 126.1 unidades de ACE, unas cifras que todavía distan de ser alcanzadas, aunque normalmente en la recta que se nos avecina la temporada despierta.

En los meses de agosto, septiembre y hasta inicios de octubre tiene un crecimiento vertiginoso, coincidiendo con el periodo de mayor actividad en que la formación de más sistemas (en muchos casos más intensos) “hace crecer” la ACE; que luego vuelve a “estancarse” con la disminución de la actividad ciclónica hacia el final de la temporada.

/Tomado de Cubadebate/

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *