Los trabajadores de la Empresa de Bebidas y Refrescos (EMBER), de la provincia de Ciego de Ávila, aplican edulcorantes y otras soluciones ante el déficit de azúcar crudo y refino para sus procesos productivos, para así cumplir los contratos con los clientes y las ventas a la población.

Aunque en la entidad disminuyeron los volúmenes de producción por el desabastecimiento de esas materias primas tradicionales, no dejaron de comercializarse el pasado año los refrescos, el vino seco, el vinagre, los vinos semidulces de piña y de pasas, y el ron refino Ávila, estos dos últimos renglones aseguraron su continuidad en este mes de enero.

El déficit de fosfato de amonio, levadura, azúcar y otros insumos, incentivó la aplicación de iniciativas para las elaboraciones de forma alternativa, tal como lo logramos con las bebidas hidratantes saborizadas, a partir de gestiones propias y variantes derivadas de los procesos de las empresas azucareras, informó Belkis Rodríguez Fajardo, directora productiva de la entidad.

Nuestros productos cumplen los requisitos físicos, químicos y sensoriales, respaldados por los sistemas integrados de gestión de la calidad y de inocuidad de los alimentos, explicó Ana Iris García López, especialista de calidad de la Unidad Empresarial de Base (UEB) de Bebidas La Palma.

Desde el 2023 el centro posee el certificado otorgado por la Oficina Nacional de Normalización por satisfacer los requisitos de las normas ISO 9001: 2015, con alcance para la producción y comercialización de bebidas alcohólicas.

(Autor: José Luís Martínez Alejo)

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