La Laguna de la Leche fue la segunda vía de comunicación que tuvo Morón por la parte norte. Los medios de transporte que allí se emplearon fueron embarcaciones de velas de poco calado, botes, canoas y pequeñas lanchas, ya que la profundidad de los esteros y canales no pasaba de los cuatro pies.

Por mediación de esa vía llegaron a Morón las primeras mercancías de Caibarién y La Habana. Se recibían en el Embarcadero y de ahí en carretas se transportaban hasta el poblado. Utilizando esa misma vía, los españoles conducían sus convoyes hacia la zona de la Trocha, en las guerras de 1868 y 1895.

En el año 1848, varios vecinos de la localidad de Morón comenzaron a hacer una zanja de la Laguna de la Leche a Morón, con el objetivo de que las embarcaciones pudieran llegar hasta el mismo centro del pueblo, pero esta idea quedó trunca, quedando solo un pequeño canal.

Esta laguna también está ligada a la historia política de Cuba, pues los cubanos en armas en las Guerras de 1868 y de 1895, merodearon por estas aguas en distintas ocasiones.

El fuerte del Embarcadero fue atacado e incendiado la noche del domingo 28 de mayo de 1876, por el segundo contingente de Oriente, al mando del coronel José Medina y del comandante José Barbosa; y por el regimiento Castillo, al mando del coronel José Gómez Cardoso y del comandante Nicolás Hernández Moreno. Este fuerte tenía 27 aspilleras y su guarnición estaba integrada por un teniente, un sargento, dos cabos y dieciseis soldados. En el ataque los soldados españoles tuvieron un saldo de dieciocho muertos incluyendo al jefe. Sólo lograron salvarse dos: el centinela, el cual se tiró al agua y se internó en los bosques aledaños al canal y uno que pudo huir en dirección al pueblo. Las fuerzas cubanas tuvieron una sola baja.

El 26 de agosto de 1895, el capitán Simón Reyes Hernández llegó con 40 hombres al Embarcadero, quemando cuatro embarcaciones y dándole fuego al almacén de dicho lugar.

El 12 de septiembre de 1895, fueron asaltadas y quemadas dos embarcaciones a la salida de la Laguna de la Leche, en Boca de Júcaro.

La noche del 26 de diciembre de 1896, casi por su centro, cruzó Máximo Gómez la Trocha por Cayo Anguila, a dos kilómetros al norte de Morón, en medio de un infernal tiroteo y sin haber sufrido ni una baja. Transportaba un inmenso convoy de infantería, caballos y pertrechos de guerra e impedimenta, rumbo a Las Villas. La caballería de Gómez, los toques de corneta y los gritos de los mambises desde Cayo Anguila, consternaron a los voluntarios guerrilleros, poblanos y militares.

(Ecured/Redacción Informativa)

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