Los seguidores del béisbol conocen a Leonelkis Escalante por aquella noche de marzo de 2010, cuando era un bisoño y en el estadio José Ramón Cepero, le rompió el hechizo al monticulista avileño Alien Mora: En dos strikes le disparó línea al jardín izquierdo.

Así quedó sepultada la hazaña del serpentinero de propinarle un juego perfecto a Guantánamo y haber inscripto en los libros un récord, muy, pero muy difícil de imponer.

Por única vez fue mediático en aquella ocasión, hasta la presente Serie Elite de béisbol que, como refuerzo de los Tigres, conectó de hit en los primeros 20 juegos de su equipo, algo jamás hecho por jugador alguno en la presente temporada.

Tan variopintas fueron las opiniones, hace ya 15 años, que varios de la tierra del Guaso criticaron aquel hecho: Aquí dos aparecidas en Facebook: “Lo recuerdo. En Guantánamo mucho criticamos esa acción de Escalante, debió dejar que el muchacho completar esa proeza, ya Guantánamo estaba perdido”.

Otra idea: “Pueden criticar, pero esa acción es la causa que Escalante se conozca en Cuba, así que, cada cual estaba jugando su papel, Mora por propinarlo y Escalante por romperlo”.

Coincido con el segundo, al igual que Leonelkis, quien hace unas horas dio declaraciones a Invasor.

—¿Te acuerdas de aquella noche?

—Sí, el lanzador hacía su papel y yo trataba de hacer el mío. Vine solo con intenciones de chocar la bola y que cogiera para donde ella quisiera. Ya el juego estaba perdido.

—¿Cómo llegaste a los los Tigres?

—Estuve temporadas fuera de la serie nacional; desde el año pasado vengo preparándome. Jamás dejé de hacerlo. Quería tener una buena serie. Lo traía en mente.

“Me dijeron que dos equipos: Ciego de Ávila y Santiago de Cuba, me querían. Se concretó lo de Ciego y aquí estoy. Es una gran dicha jugar con un equipo de tanta valía y recorrido, tres veces campeón nacional”.

—Fuiste el séptimo refuerzo que pidió Dany Miranda. ¿Pensaba que ibas a ser el elegido?

—Siempre pensé en que podía ser elegido, porque tuve una buena Serie Nacional, en la que promedié más de 360 de averaje. Cuando el profesor Dany Miranda me pidió, me dio tremenda alegría y después de integrarme la siento más.

—Jits en todos los juegos. ¿Qué te agrada más, batear o defender?

—Batear. Puedo jugar todas las bases. Me defiendo más en los jardines y la primera.

—Aquí las clásicas: ¿El lanzador más difícil? ¿El mejor bateador?

—El lanzador más difícil ha sido el espirituano Ismel Jiménez; el mejor bateador, para mí, Giorvis Duvergel, de quien aprendí mucho y podría declararme fanático a él.

El hecho de que Leonelkis Escalante, oriundo del poblado de Costa Rica, en el municipio guantanamero de El Salvador, le haya roto el juego perfecto al lanzador Avileño Alain Mora es un recordatorio de la imprevisibilidad y la emoción que hacen, del béisbol, un deporte tan fascinante y, cómo un solo jugador puede cambiar el curso de un partido, incluso, frente a una actuación histórica como la de un juego perfecto en progreso.

Ahora, que Escalante sea refuerzo de Ciego en la Liga Élite añade un elemento interesante a la narrativa. Su capacidad para impactar en momentos claves, podría ser un activo valioso para su nuevo equipo. En el béisbol, los jugadores con mentalidad ganadora y experiencia en situaciones de presión, suelen marcar la diferencia en la postemporada o en series decisivas.

Si Escalante sigue demostrando su talento y aportando a Ciego, su nombre seguirá siendo recordado, no solo por romper un juego perfecto, sino, por contribuir al éxito de su equipo en la liga, que contará de 40 partidos.

Todavía le queda camino por andar para romper el récord del César, se torna extremadamente difícil (48 hits), pero el de la Serie Élite está al alcance de la mano: 22 en poder de Yosvany Alarcón. Podría o no hacerlo, pero este tipo de historias son las que engrandecen y dan sabor a un deporte como el béisbol.

(Autor: Ortelio González Martínez)

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