El 13 de marzo de 1957 La Habana se estremeció cuando integrantes del Directorio Revolucionario dirigidos por José Antonio Echeverría llevaron a cabo, en horas de la tarde y en forma sincronizada, el asalto al Palacio Presidencial y a la vez la ocupación de la emisora Radio Reloj.

Esos jóvenes, la mayoría de ellos estudiantes universitarios, realizaron la acción con el objetivo de ajusticiar al dictador Fulgencio Batista.

El Directorio Revolucionario había sido fundado en el año 1955 por el líder estudiantil universitario José Antonio Echeverría.

Precisamente Echeverría, el 13 de marzo de 1957, mientras se llevaba a cabo el asalto al Palacio Presidencial ocupó con un reducido número de combatientes la emisora Radio Reloj.

El objetivo de esas acciones era, en el Palacio Presidencial, lograr capturar y ajusticiar al dictador Fulgencio Batista en el lugar donde se hallaba en esos momentos y, a través de la emisora Radio Reloj, trasmitir lo que estaba ocurriendo y a la vez exhortar al pueblo a incorporarse a la lucha.

Después de haberse informado algunas noticias referidas al ataque al Palacio, José Antonio Echeverría comenzó a difundir una proclama que finalmente no pudo concluir al producirse la salida del aire de Radio Reloj.

Entonces, de inmediato, él abandonó la emisora situada en el edificio Radio Centro, en 23 entre L y M, y se dirigió hacia la Universidad de La Habana donde tenía previsto seguir capitaneando las acciones que se realizaran en la capital cubana.

Casi llegando a la entrada de vehículos del recinto universitario por la calle 27 de noviembre se produjo un encuentro casual con los miembros de un carro patrullero.

El destacado dirigente estudiantil salió del auto accionando el arma que portaba, pero fue abatido por los disparos ocasionados por los miembros de la policía del régimen dictatorial.

A su vez los integrantes del Directorio que atacaron el Palacio Presidencial no pudieron capturar al dictador, ni tampoco vencer la resistencia de la fuerza militar existente en dicha instalación.

Aunque llegaron hasta el segundo piso e, incluso, pudieron penetrar en el despacho de Batista, allí no lo localizaron ya que se había refugiado en el piso superior de la edificación, sitio al que los combatientes revolucionarios no pudieron llegar porque debían subir por una amplia y desprotegida escalera. Incluso varios de los que participaban en el asalto fueron abatidos por los disparos de los soldados batistianos.

(Redacción Informativa)

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