“La Revolución Cubana se puede sintetizar como una aspiración de justicia social dentro de la más plena libertad y el más absoluto respeto a los derechos humanos. Nuestra Revolución hay que defenderla como se defiende, no algo de Cuba, sino algo de América”, argumentó Fidel en el Palacio Presidencial el 21 de enero de 1959.
El Primero de Enero de 1959 dejó una huella profunda en la historia de Cuba. El triunfo de la Revolución no sólo puso fin al gobierno del tirano Fulgencio Batista, sino que además provocó la transformación del país para el bienestar de los cubanos.
Ya ese día el Comandante en Jefe Fidel Castro, artífice de la gesta, dijo: “Esta sí es la Revolución de verdad”, una condición afianzada en lo adelante bajo la certera dirección del líder y el apoyo de un pueblo valiente y unido.
Los campesinos se convirtieron en dueños absolutos de las tierras que trabajaban, gracias a la Ley de Reforma Agraria.
La Campaña de Alfabetización fue sin duda una trascendental revolución en el orden educacional y cultural, pues la población debía tener instrucción para llevar a cabo las transformaciones que demandaba el naciente proyecto político, económico y social de la mayor de las Antillas.
En 1962 Cuba se convirtió en el primer país de América Latina en declararse territorio libre de poliomielitis, logro que sería certificado en 1994 por la Organización Mundial de la Salud y la Organización Panamericana de la Salud.
Año tras año Cuba ha dfebido enfrentar retos y desafios, así como serios obstáculos derivados del bloqueo imperial que desde 1962 ha sido un crímen de lesa humanidad contra todo un pueblo en Revolución.
(Redacción Informativa)