Lágrimas, sonrisas y despedidas matizaron este jueves el acto de graduación de 1030 estudiantes, quienes ahora egresan de las distintas modalidades educativas de la Universidad de Ciego de Ávila Máximo Gómez Báez (UNICA).
Como ya es habitual, la sala techada Giraldo Córdova Cardín fue escenario de la ceremonia que marcó el punto final de años de sacrificio y esfuerzo para los jóvenes pertenecientes a la promoción 46 del curso regular diurno y la 42 del curso por encuentros, quienes recibieron, junto a los egresados de la educación a distancia y de los técnicos superiores de ciclo corto, el título que los acredita como graduados de la Educación Superior cubana.
La ocasión, dedicada a los aniversarios 66 del triunfo de la Revolución y 102 de la fundación de la Federación Estudiantil Universitaria, fue propicia para la entrega de los títulos de oro, así como del Premio al Mérito Científico Estudiantil y de reconocimientos a los estudiantes más destacados en la docencia, la investigación, las tareas de impacto y la extensión universitaria.
En diálogo con Invasor, la joven Ailenys Alonso Díaz, licenciada en Turismo, asegura que no se conforma con el camino recorrido hasta hoy, y que, entre sus planes futuros, está la autosuperación profesional.
“Creo que la experiencia me supo a poco, pues a mi generación le tocó todo el trauma de comenzar la universidad con clases en línea por la COVID-19, y luego también debimos pasar a la semipresencialidad en otras ocasiones, por problemas de logística. Hubo que adaptar los cursos escolares a las problemáticas de cada momento, y se nos fueron volando. Aunque, de todas formas, la UNICA nos dio las herramientas necesarias para nuestro desarrollo profesional”, explica.
“Más allá de los conocimientos teóricos, me quedo con las experiencias en el trabajo comunitario, con las actividades a los niños ingresados en el hospital, con las amistades que se convirtieron en familia y, por supuesto, con la certeza de que estoy más preparada para la vida laboral”, añade.
Adela María Ramos Aucar, mejor graduada de la UNICA, también coincide en la necesidad de seguir creciendo desde el plano profesional y académico, y reconoce que su experiencia como estudiante universitaria le ha aportado muchísimo.
“Aprendí unas cuantas herramientas para solucionar problemas de la vida cotidiana, para mi autogestión del conocimiento y para mis intereses personales y profesionales. Fue una tremenda escuela, en el sentido más amplio de la palabra”, rememora.
En el acto de graduación estuvieron presentes autoridades políticas y administrativas de la provincia y de la propia casa de altos estudios, así como familiares y amigos de los graduados.
(Autor: Neilán Vera)